Santarém, Belém e Ilha de Marajó: tres destinos amazónicos en el límite entre los hemisferios norte y sur.

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La región Norte de Brasil guarda un mundo desconocido por gran parte de los brasileños y extranjeros, donde la cultura, las fiestas, las músicas, los colores, los olores y los sabores siempre tienen un sabor amazónico.

Por ser atravesada por la Línea del Ecuador, que separa el planeta en dos hemisferios, la región no conoce grandes variaciones climáticas. Las temperaturas por allí siempre son de verano, incluso en la estación de lluvias.

Pero no importa cuál sea la época del año, este lugar merece una visita. Allí hay un mundo increíble y fascinante por descubrir.

Destinos de
de esta experiencia
Belém
Ilha do Marajó
Santos
Día
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Día 1
Nadando con botos (delfines de río)

La mejor manera de llegar a Santarém es en avión. La ciudad cuenta con un aeropuerto que recibe vuelos regulares que provienen de diversas ciudades de Brasil. Los aviones llegan normalmente al principio de la tarde, entonces lo que usted puede hacer para aprovechar mejor el día es alquilar un coche en el aeropuerto e ir a Alter do Chão, un paraíso a 38 km de distancia.

Ubicado en plena Amazonia, este destino tiene playas de rio y arena blanca, que tan solo aparecen entre agosto y noviembre, período de sequía y descenso del río Tapajós. Una de estas playas es la Ponta do Cururu, donde usted puede practicar rapel, cañonismo y pesca deportiva, hacer senderismo por la selva y nadar con delfines de río. Después de tanta actividad, no deje de probar las delicias de la culinaria local, con el típico sabor amazónico.

Recomendamos que pase la noche en Alter do Chão. Desde allí salen los barcos hacia el siguiente destino.

  • Aspectos destacados de la experiencia
  • Atracción
  • Aeropuerto
Día 2
Paraíso amazónico

Hoy iremos a la Floresta Nacional dos Tapajós, una de las más protegidas unidades de conservación amazónicas. El trayecto en barco tarda alrededor de 2 horas, parando para bañarse y para apreciar el paisaje del camino.

El sendero por la selva se hace con guías locales, que conocen todos sus caminos y secretos y que saben cuáles son los mejores lugares para observar la flora y la fauna. También merece la pena navegar en canoa por los igarapés (cursos de agua en medio a la vegetación) y visitar los ribereños y las comunidades indígenas de la región. El paseo completo dura alrededor de 4 horas y se recomienda usar zapatillas deportivas y pantalón vaquero, además de llevar agua y comida.

De regreso a Santarém, si aún le sobra tiempo, visite el Centro Cultural João Fona, el Museu de Santarém, abierto hasta las 17 h. Su acervo reúne informaciones sobre la historia de la ciudad, pero también cuenta piezas arqueológicas, como monedas antiguas, imágenes sacras y artesanía producida por los indios Tapajós. No deje de ver el fósil de una ballena que subió el río hasta allí cerca.

Próximo al Ecuador, el día oscurece temprano. Aproveche para cenar y, luego, tome el avión a Belém. Hay vuelos nocturnos que conectan las dos ciudades, en un viaje de poco más de una hora.

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Día 3
La vida alrededor del río

La más conocida postal de Belém es el Mercado Ver-o-Peso, que diariamente ofrece a los clientes peces, especias, fruta, verdura, bebida, prendas de vestir y todo tipo de productos que llegan por el río. Construido a finales del siglo XIX, en el ápice del Ciclo del Caucho, fue fundamental para el desarrollo de la ciudad y de toda la región. Además de los innúmeros puestos, cuenta también con diversos restaurantes. Ubicados frente al río Rio Guamá, sirven platos de la famosa culinaria paraense, preparados al momento.

Al lado de Ver-o-Peso se encuentra la Estação das Docas, de donde salen los barcos que pasean por las islas y ríos cercanos. Totalmente reformada y restaurada, es escenario de shows y presentaciones culturales diversas. Y abriga restaurantes, cafeterías y tiendas de recuerdos y regalos, además del mejor helado de Belém, a base de frutas amazónicas. El favorito es el de açaí, pero merece la pena probar otros, como taperebá, graviola y tapioca, todos riquísimos.

Al atardecer, visite la Basílica de Nossa Senhora de Nazaré, la mayor iglesia local y punto de peregrinación de fieles, sobre todo durante el Círio de Nazaré. La fiesta católica tiene lugar el segundo domingo de octubre y atrae a millones de devotos a Belém. Es uno de los mayores eventos religiosos de todo el mundo.

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Excelente para

Comfort Inn

Día 4
La mayor isla fluviomarítima del mundo

Barcos y balsas realizan el trayecto entre Belém y Marajó, en una travesía de cerca de 3 horas y media. Si desea ir más rápido, elija el catamarán, que hace el trayecto en poco más de 2 horas.

Bañada por los ríos Amazonas y Tocantins, y por el Océano Atlántico, Marajó tiene varias particularidades: es la mayor isla fluviomarítima del mundo, está pegada a la línea del Ecuador y abriga un trecho prácticamente salvaje de la Selva Amazónica. Así que, merece la pena visitarla.

Las embarcaciones más lentas llegan a Salvaterra, el primer destino del día. El catamarán desembarca en Soure, la capital de la isla, desde donde usted puede tomar otro barco a Salvaterra. Allí aproveche para conocer la Praia Grande. Los paisajes son deslumbrantes. Y el agua, plácida, oscura y templada, ideal para baño. Si le da hambre, no dude en pedir algo en los diversos quioscos locales.

La próxima parada es en Agua Boa, que tiene playa e igarapé (cursos de agua en medio a la vegetación), ambos ideales para baño, en un paisaje de muchas bellezas naturales. Otro atractivo destacado es el paseo de barco por las aguas del arroyo. Un espectáculo que se hace aún más bonito cuando hay marea alta, flotando al ritmo del río, sin prisa.

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  • Atracción
  • Aeropuerto
Excelente para

Caminhada, Comfort Inn

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