Bahía para contemplar

El Parque Marino de Recife de Fora, una piscina natural gigante en medio del mar y uno de los lugares de mayor concentración de biodiversidad marina de Brasil, es uno de los destaques de la ciudad.

Allí puedes bucear y ver peces, tortugas y especies raras de corales, además de otros animales impresionantes. Nada mejor que observar la vida marina para relajarse, ¿qué te parece?

El Parque se encuentra a 45 minutos del centro de Porto Seguro y es accesible por barco - otra manera maravillosa de contemplar la naturaleza y llenarse de buenas vibraciones. No hay combinación mejor que sol, agua, viento y verde para reflexionar sobre cuán bueno es estar vivo y así agradecer por ello.

Al salir de Porto Seguro y en dirección a Santa Cruz Cabrália, está otro destino deslumbrante de Bahía, encontrarás un enorme tronco de árbol del pan que dio nombre a una bella reserva con vegetación nativa.

La Reserva de Jaqueira tiene viviendas indígenas y las familias residentes reciben a los visitantes vestidos y pintados de forma tradicional.

Después de conocer los rituales y costumbres de los indígenas, usted también puede comprar piezas artesanales hechas por ellos y comer un pescado asado en la hoja de la patioba (una palmera utilizada, también, para hacer hamacas).

Al final, tú y todos los presentes participan del Auê, un ritual de agradecimiento a Iamissun, el creador.

Trancoso será su próxima parada para apreciar los encantos del litoral sur de Bahía. Para llegar, desde Porto Seguro, tome un barco hasta Arraial d'Ajuda y luego una van hasta la villa.
Desde el encantador centro lleno de casitas coloridas, conocido como Praça do Quadrado (Plaza del Quadrado), usted ya puede comenzar el paseo hacia una de las más bellas playas de la región: la Praia do Espelho (Playa del Espejo).
Antes de partir, aproveche para pasear por el Cuadrado, que ya conquista por la sencillez y la tranquilidad, en una atmósfera que invita al relajamiento.
Al ir en coche a la Playa del Espejo, recorrerás 25km en camino de tierra. Lo mejor es llegar temprano para aprovechar la marea baja. Caminando en silencio, apreciando las aguas cristalinas y sintiendo la ligera brisa, puede ser una experiencia bastante inspiradora.
La Playa del Espejo tiene un mar tranquilo de color verdoso, donde se forman deliciosas piscinas naturales. Allí usted también puede ver formaciones de arrecifes de coral y practicar snorkel o buceo. En la arena, cocoteros, acantilados y miradores que ofrecen una visión panorámica de todo el escenario.
Si tienes hambre y sed, busca una de las carpas que sirven frutos del mar, bebidas exóticas y agua de coco siempre bien helada.
Después de un día rodeado de bellezas naturales, puedes volver al centro de Trancoso y caminar por la Plaza del Cuadrado, para experimentar un poco más el astral rústico de la ciudad en medio de los almendros, árboles del pan y otros árboles centenarios. Al final de la tarde, una cancha de fútbol es la diversión de los niños.
Los numerosos bares, muchos con mesas en el exterior para quienes desean apreciar la vista, empiezan a abrir cuando la tarde cae y las velas iluminan toda la plaza, dejando la ciudad aún más hermosa. Un final perfecto para su viaje