La Fiesta del Divino Espíritu Santo es un gran evento que, tal como sugiere el nombre, se rinden cultos al Divino Espíritu Santo y se celebran sus bendiciones sobre los apóstoles de Cristo en el domingo de Pentecostés, 50 días después de la Pascua.
Llevada al Brasil por los portugueses, la Fiesta es celebrada todos los años en Pirenópolis desde 1819 y reúne diversos rituales católicos como las novenas, las procesiones, las congadas, además de las famosas Cavalhadas, en las que se escenifican batallas medievales entre los cristianos y los moros. El evento se realiza a lo largo de 60 días y sus expresiones culturales incluyen festejos en la zona rural y en las calles de la ciudad.
Registrada en 2010 en el Libro de Registro de Celebraciones creado por el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan) para registrar las festividades de gran importancia sociocultural, la Fiesta del Divino es representada por la mandala de fuego, el símbolo del momento en que descendió sobre los apóstoles, y la paloma blanca, que se refiere al Espíritu Santo propiamente dicho.
Para los niños hay la Cavalhadinha, la versión infantil de los rituales.