¡La costa de Brasil tiene 7.408 Km, es decir, es inmensa! Un mar de posibilidades para encontrar una isla perfecta. Grandes, pequeñísimas, muy pobladas, desiertas, bucólicas, salvajes, paradisíacas, hay para todos los gustos. Elegimos 3, en diferentes estados brasileños, que valen la pena visitar en su viaje al país.

Itaparica – una hermosa isla en Bahia con atractivos en tierra y mar

Itaparica es una de las más famosas islas de la Bahía de Todos los Santos, que se encuentra a 280 km de Salvador, capital de Bahia. Es uno de esos destinos que tienen de todo: historia, playa y tranquilidad en el mismo lugar. La isla tiene dos ciudades: de un lado, la ciudad de Itaparica, melancólica y tranquila, con sus casonas coloniales y construcciones que datan de los siglos XVII y XVIII. Del otro lado, la ciudad de Vera Cruz, donde se encuentran las mejores playas de aguas tranquilas, cálidas y con pocas olas debido a la protección de las barreras de corales, perfectas para nadar y practicar deportes acuáticos.

Uno de los paseos más interesantes en Itaparica lo lleva al Pantanal Baiano, una región de manglares y fuentes de agua dulce, donde se puede hacer una parada en la isla Matarandiba, otra isla de cocoteros y arenas blancas. También puede arriesgarse y gozar de los beneficios de una fuente de la juventud en la costa oeste de la ciudad, de donde brota agua mineral. En ella se encuentra la inscripción: “¡Oye! Agua fina. Convierte a la anciana en niña”.

Ilhabela – como el nombre lo indica, una bella y paradisíaca isla en el estado de São Paulo

Con poco más de 20.000 habitantes, Ilhabela es uno de los destinos más de moda en São Paulo. Archipiélago de una belleza rara y exuberante, tiene 83% de su territorio cubierto por Mata Atlántica (bosque nativo) preservada por un parque estatal. En total hay 15 islas con playas paradisíacas, senderos, cascadas, lugares para buceo en medio de naufragios… Espere un minuto: ¿ha dicho naufragio? Sí, tal vez hasta podemos encontrar a Wilson, el amigo confidente de Tom Hanks por allí. Bromas a parte, los restos de naufragio son hoy en día un santuario ecológico submarino que albergar varias especies, un verdadero acuario construido por la naturaleza. Las cascadas son un atractivo extra. Hay alrededor de 360 saltos de agua que forman piscinas naturales de agua dulce, paredones perfectos para rapel y cascadas en forma de toboganes.

Por supuesto que su paseo, en algún momento, se detendrá allí mismo, en la Rua do Meio. Es la calle principal del pequeño centro de la isla, llamado simplemente Vila, donde se encuentran las cafeterías, bares, restaurantes y tiendas.

Ilha Grande – misterios y un escenario tropical increíble en el estado de Rio de Janeiro

Ilha Grande es una gran cordillera montañosa que extiende sus 190 km² por el mar, junto a más de 187 islotes, frente a Angra dos Reis. La mayor parte está cubierta por un denso bosque, bello y protegido. La isla ofrece decenas de playas, miradores, ríos, cascadas, grutas y montañas que parecen haber salido de una película de cine o de esa revista de la que recortó cuidadosamente la foto y la pegó en la nevera, sólo para recordar el destino de su próximo viaje. Con aguas tranquilas, buena visibilidad y gran variedad de peces y corales, la isla es ideal para nadar y practicar buceo.

Y usted, querido viajero, además puede disfrutar de todo el misterio sobre piratas, invasiones imperiales y refugio penal en una antigua prisión que se cerró (realmente antigua, ya que su construcción data del siglo XIX). Es extraño que haya existido una prisión en una isla paradisíaca. Pero pensándolo bien, no debe existir castigo mayor que tener todo eso ahí afuera y no poder aprovechar nada, ¿no es verdad?